Blog personal de José Mariscal

Mes: febrero 2019

El Taller de Escritura

Una película que me gusta mucho es Taller de Escritura.

Del director de «La clase», que si no la has visto te la recomiendo y comparar las dos películas pues puede ser fructífero.

La película trata de un grupo de chicos del pueblo La Ciotat, una localidad cerca de Marsella, que participan en un taller de escritura durante sus vacaciones.

La idea es contar una novela negra entre todos los miembros del taller. Que cuesta si los jóvenes pertenecen a diferentes culturas, e ideologías. Se producen constantemente choques, sobre todo si los jovenes no se ponen de acuerdo y la escritora solo piensa en su próxima novela.
La mayoría de los choques se produce por Antoine un joven simpatizante de un partido local de derecha, y el resto de chicos que pertenecen a otras religiones y razas.

En la película se nos muestra un reflejo del pequeño pueblo y los que haceres de sus habitantes.
Tratan muchos temas por ejemplo el tema del cierre de los astilleros que daban trabajo hace 25 años y que por deslocalización o falta de pedidos se cerraron.
Los choques constantes por las diferencias de personajes hacen que el diálogo sea realmente complicado y que refleja como se puede pasar de las palabras a la acción, lo cual puede ser peligroso.

Existen dos personajes principales, la escritora Olivia Dejaze y un chico Antoine admirador del ejército y que se mete en ambientes raros donde juegan con armas, y que siente una profunda atracción de la violencia, la cual intenta plasmar en la novela. La tensión que hay entre ellos es grande pero el director no ha sabido canalizarla con lo que flaquea a partir de la segunda parte y que se salva un poco por lo que sucede al final.

Gracias a Olivia, Antoine en vez de tener una vida dedicada a las armas, tiene otra vida mas normal y dedicándose a lo que un pueblo costero se hace… vivir en el mar

Mi madre tenía muchos problemas.

Mi madre había estado adelgazando peligrosamente y estaba deprimiéndose. Era irritable, gruñona y amargada. Hasta que un día, de pronto, ella cambió. La situación estaba igual, pero ella era distinta.

“Viejita -dijo mi padre- llevo tres meses buscando trabajo y no he encontrado nada, voy a echarme unas cervezas con los amigos.”

-Ah, okey.- Contestaba mi madre. -Ya encontrarás.

“Mamá -dijo mi hermano- reprobé todas las materias en la facultad.”

-Ah, okey. -Respondió mi madre. -Ya te recuperarás y si no pues repites el semestre. Pero te lo pagas tú.

“Mamá- dijo mi hermana- Choqué el auto.”

-Ah, okey. -Suspiró mi madre. -Llévalo al taller, busca cómo pagar y por lo pronto muévete en combi.

“Nuera -llegó diciendo su suegra, que siempre la fustigaba y encaraba-, vengo a pasar unos meses con ustedes.”

-Ah, okey. -dijo mi madre. -Acomódese en el sillón y agarre unas cobijas del clóset.

Todos se reunieron preocupados al ver estas “no reacciones” de mi madre. Sospechaban que hubiera ido al médico para que le recetara unas pastillas de Mimportauncarajo de 1000 mgs. Seguramente estaría ingiriendo una sobredosis.

Propusimos hacer una “intervención” a mi madre para alejarla de cualquier posible adicción que tuviera hacia algún medicamento anti-encabritamiento.

Pero cuál fue nuestra sorpresa cuando,reunidos en torno a ella, explicó:

-“Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que cada quien es responsable de su vida. Me tomó años descubrir que mi angustia, mi mortificación, mi depresión, mi enojo, mi insomnio y mi estrés, no sólo NO resolvían sus problemas sino que AGRAVABAN los míos. YO NO SOY RESPONSABLE DE LAS ACCIONES DE LOS DEMÁS, PERO SÍ SOY RESPONSABLE DE LAS REACCIONES QUE EXPRESE ANTE ESO.

Por lo tanto, llegué a la conclusión de que mi deber para conmigo misma es mantener la calma y dejar que cada quien resuelva lo que le corresponde. He tomado cursos de yoga, de meditación, de Milagros, de Desarrollo Humano, de Higiene Mental y de Programación Neurolingüística… y hay un común denominador: QUE YO SÓLO PUEDO TENER INJERENCIA SOBRE MÍ MISMA. USTEDES TIENEN TODOS LOS RECURSOS NECESARIOS PARA RESOLVER SU PROPIA VIDA.

Yo sólo podré darles mi consejo si acaso me lo pidieran y de ustedes depende seguirlo o no. Así que de hoy en adelante, yo dejo de ser el receptáculo de sus responsabilidades, el costal de sus culpas, la lavandera de sus remordimientos, la abogada de sus faltas, la depositaria sus deberes o su llanta de refacción para cumplir sus compromisos. Los declaro a todos adultos independientes y autosuficientes.”

Todos se quedaron mudos. Ese día la familia comenzó a funcionar mejor…

Porque cuando mamá está bien, todos en la casa sabrán lo que les toca hacer.

Este texto no es mío, es uno de los muchos que circulan por Internet. Pero creo que es muy bonito y con tono humorístico encierra una profunda reflexión.

© 2024 José Mariscal

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